Los ravioli rellenos de espinacas, ricotta y salvia, un plato clásico de la cocina italiana, tienen su origen en la Edad Media, específicamente en la región de Emilia-Romagna y Lazio, aunque tambien se consume en otras zonas del país.
Si bien algunas leyendas sugieren que los ravioli tiene un origen aún más antiguo, posiblemente influenciado por platos orientales como los jiaozi chinos, la evidencia histórica más sólida sitúa su creación en Italia durante la Edad Media.
El concepto de ravioli relleno comenzó a hacerse popular en la Edad Media, cuando las pastas rellenas comenzaron a aparecer en las cocinas italianas, ya que la masa era un recurso barato y práctico para envolver diferentes ingredientes disponibles en la temporada.
La combinación de espinacas y ricotta es una opción clásica de la pasta rellena, especialmente por su sabor suave y delicado.
La salvia es una hierba aromática muy utilizada en la cocina italiana (especialmente en el norte) y se emplea mucho para aromatizar mantequilla en platos de pasta, como en este caso, que se usa para hacer la salsa que acompaña a los ravioli.
Se cree que la tradición de usar salvia y mantequilla en pasta proviene de la región de Toscana.
Ricotta (un queso de suero) es el ingrediente por excelencia en muchos rellenos de ravioli, ya que es suave, cremoso y combina bien con verduras como las espinacas.
RAVIOLI
Preparar la masa mezclando 300 g de harina con 3 huevos y una pizca de sal, amasando hasta obtener una masa suave y elástica.
Extender la masa con un rodillo o con la máquina de pasta, hasta que quede muy fina.
Cortar rectángulos con un cortador de pasta o un cuchillo.
Colocar un poco de relleno (ricotta y espinacas)* en el centro de cada rectángulo.
Cerrar los ravioli, pasando el dedo humedecido en agua y presionar los bordes con un tenedor para sellarlos bien.
Cocinar los ravioli en agua con sal durante unos 3-4 minutos, hasta que floten.
Escurrir y reservar.
*RELLENO:
Lavar y picar 200 g de espinacas frescas y saltearlas en una sartén con un poco de aceite.
Añadir 200 g de queso ricotta a las espinacas y mezclar bien, salpimentar y rallar una pizca de nuez moscada.
Rellenar los raviolis con la mezcla de espinacas y ricotta.
SALSA
Fundir 50 g de mantequilla en una sartén y añadirle unas hojas de salvia.
Mezclar los ravioli cocidos con la salsa de mantequilla y salvia, para que se impregnen bien.
Servir en platos, espolvoreándoles con queso parmesano rallado y un pizca de pimienta negra.