PATA DE GALLINA

Pata de gallina.

Oloroso en castellano podríamos identificarlo con algo fragante, delicado, especialmente untuoso, y muy elegante en nariz.

El término oloroso, suele describir y diferenciar a unos tipos de vinos de los llamados rayas, /, que son vinos un poco más bastos y menos fragantes, aunque este término sea solo una identificación en el glosario bodeguero, ya que otra cosa totalmente distinta son los términos  ⁄ y A dentro de un círculo,  de aromas punzantes y algo picantes de finos y amontillados, al ser mucho más deslumbrantes en la boca a la hora de catar.

Este Pata de Gallina del que hablamos, en su estado natural es muy muy seco, dejando un postgusto dulce en la boca, debido a los restos de glicerina producidos durante su fermentación, y el proceso de crianza oxidativa al que es sometido durante años.

Cuando esta característica es particularmente notable, se le distingue a veces con un trazo especial, convirtiéndose la raya: / término utilizado en la clasificación del mosto. Que también se aplica a un tipo de oloroso más basto, en la siguiente marca: √. La cual pasa a denominarse Pata de Gallina, es un vino que en su tiempo estaba muy valorado por sus cualidades nutritivas, siendo equivalente a un caldo reponedor y restaurador del estomago y el alma, un caldo algo especial al igual que les pasa a los palos cortados.

Un oloroso a medida que va envejeciendo su color se vuelve más oscuro y tostado, tiende a tener una mayor vinosidad, por lo que sirve muy bien para los cabeceos con otros vinos dulces, produciendo esos vinos de postre tan apreciados en Inglaterra y Norte de Europa, el oloroso al envejecer, adquiere bastante más graduación alcohólica, como en este caso, que llega a los 20 % Vlm. Los olorosos no desarrollan flor y el proceso de crianza, oxidativa o físico químico es muy diferente de los finos bajo velo de flor.


Notas de cata, color topacio con ribetes ámbar, en nariz la deja plena de olores a frutas secas, maderas nobles y hojas de habano, sabores especiados de turrón y avellana, en boca muy seco, potente y untuoso, muy bien estructurado, redondo y sabroso, algo de corteza de naranja y toque de miel.