Teléfono: 600 14 36 32
HORARIOS:
Del 1 de enero al 31 de marzo, martes a sábado, de 9:00 a 18:00 horas. Domingos, festivos y lunes víspera de festivos, de 9:00 a 15:00 horas. Lunes cerrado (excepto víspera de festivos).
Del 1 de abril al 15 de junio, martes a sábado, de 9:00 a 21:00 horas. Domingos, festivos y lunes víspera de festivos, de 9:00 a 15:00 horas. Lunes cerrado (excepto víspera de festivos).
Del 16 de junio al 15 de septiembre, martes a sábado, de 9:00 a 15:00 horas (puntualmente, por la celebración de alguna actividad, se abrirá en horario de tarde-noche). Domingos, festivos y lunes víspera de festivos, de 9:00 a 15:00 horas. Lunes cerrado (excepto víspera de festivos).
Del 16 de septiembre al 31 de diciembre, martes a sábado, de 9:00 a 18:00 horas. Domingos, festivos y lunes víspera de festivos, de 9:00 a 15:00 horas. Lunes cerrado (excepto víspera de festivos).
FESTIVOS Y LUNES DE APERTURA: 28 de febrero / 14 de abril / 15 de abril / 2 de mayo / 13 de mayo (Festividad Local) / 15 de agosto / 8 de septiembre (Festividad Local) / 12 de octubre / 1 de noviembre / 6 de diciembre / 8 de diciembre / 26 de diciembre
APERTURA EN LUNES VÍSPERA DE FESTIVOS: 31 de octubre / 5 de diciembre.
FESTIVOS DE CIERRE: 1 de enero / 6 de enero / 1 de mayo / 24 de diciembre / 25 de diciembre / 31 de diciembre.
El Conjunto Arqueológico de Carmona, o en sus siglas CAC o CAE, es un yacimiento arqueológico situado en el municipio español de Carmona, representado por una necrópolis y un anfiteatro romanos, de los siglos I y II d.C.
La ciudad de Carmona ocupa una meseta inexpugnable del alcor, a cuyos pies se extienden las fértiles tierras del valle del Guadalquivir. Esta situación privilegiada propicia la existencia de un núcleo de población, ininterrumpido desde la Prehistoria hasta nuestros días, que conserva abundantes testimonios de su pasado.
Con el dominio cartaginés, Carmona se ratifica en su función principal de baluarte desde el que controlar el bajo Valle del Guadalquivir. Su sólida apariencia urbana, perpetuada hasta la actualidad, es fruto de las sucesivas obras de fortificación que confirieron a la ciudad su rasgo fundamental.
Bajo el gobierno de Roma, Carmona alcanza su mayor esplendor. Las huellas del dominio romano aparecen por todas partes: La Puerta de Sevilla, el recinto funerario y el Anfiteatro son las manifestaciones más singulares.
Esculturas, urnas,...
El uso de la Necrópolis se sitúa en torno al siglo I y II.
El ritual de enterramiento más frecuente era la incineración. Los cadáveres eran incinerados en quemaderos excavados en la roca donde se colocaba la pira. En ocasiones, estos quemaderos se utilizaban también como enterramiento, depositando las cenizas en la fosa, que se cubría con sillares, ladrillos o tégulas.
Una vez cubiertos de tierra, se colocaba una estela para indicar el lugar y el nombre del difunto.
El mausoleo colectivo, formado por una cámara subterránea, de carácter familiar, es el tipo de enterramiento más generalizado en la Necrópolis de Carmona. Se accede a él por un pozo escalonado. La cámara suele ser cuadrangular, con un banco que recorre la parte inferior de las paredes, donde se colocan las ofrendas y sobre el que se abren los nichos. La parte externa de los enterramientos debía de estar con cipos, estelas o túmulos y otras construcciones de las que no se han conservado testimonios.
La Necrópolis es uno de los yacimientos de la Península que conserva mayor número de pinturas. Dentro del recinto funerario existen dos tumbas que destacan por su espectacularidad, la Tumba del Elefante y la Tumba de Servilia.
Para ocultar la tosquedad de la roca, las tumbas se decoraban.
En las afueras del recinto amurallado se conserva un sector considerable de la Necrópolis romana junto a otros testimonios propios de la actividad de un arrabal urbano: las canteras de extracción de sillares para la construcción, los alfares y el Anfiteatro dedicado a espectáculos públicos.
Via Augusta
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