La palabra quiche proviene del vocablo Küchen en el dialecto lorenés, hablado en la región de Lorena, en el noreste de Francia y ya fronterizo con Alemania. Este término deriva a su vez del alemán Kuchen (pastel). Los dialectos de franconia central generalmente suavizan la ü y desplazan la fricativa "ch" a la "sh" , resultando finalmente la palabra "kishe", que en el idioma estándard francés se escribe como "quiche."
La gran popularidad de la quiche lorraine y la divulgación internacional de su receta han extendido el término quiche a numerosas variantes tan alejadas de la receta original que se podrían llamar simplemente «tartas saladas». En las variantes se puede cambiar cualquiera de los tres componentes de que consta: masa quebrada, salsa de huevos batidos con lácteos, e ingrediente(s) característico(s). Respecto de la masa, siendo la original la pasta brisa (pâte brisée) en algunas ocasiones se emplea como variante el hojaldre.
1 masa quebrada o de hojaldre
1 Brócoli
3 huevos
200 g de queso rallado
100 ml de nata líquida
200 ml de leche entera
Sal, pimienta y nuez moscada molida
Preparación:
Preparación:
Cocer los broculis en floretes al vapor o al microondas unos 8 minutos. Reservar.
Estirar la masa (en esta ocasión utilicé masa de hojaldre), en un molde para tartas, con los bordes para arriba (para que no salga el batido), pincharla ligeramente con un tenedor y reservarla en el frigorífico para que endurezca antes de hornear (de esta manera la masa no encoge cuando la pone en el horno).
En un bol mezclar suavemente los huevos, la leche, el queso rallado y la nata. Salpimentar y añadir una pizca de nuez moscada molida.
Repartir los floretes de brócoli sobre la masa horneada y verter la mezcla encima.
Poner en el horno precalentado a 180ºC y meter el quiche a cocer durante 45 minutos.
En esta ocasión, utilicé masa de hojaldre comprada en Lidl.
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