El pasado domingo 26 de mayo, periodistas, escritores, expertos en patrimonio, empresarios y deportistas de élite recuperaron la histórica Vía Hercúlea , enmarcada dentro de la Vía Augusta, por el Castillo de Sancti Petri. El objetivo de dicha empresa es descubrir a los peregrinos una variante de incalculable valor paisajístico y cultural.
Nuestro amigo Fran Toledo, especialista en Patrimonio Histórico y gerente del Castillo de Sancti Petri, nos invitó a participar del final de la primera etapa de la Vía Hercúlea y para que al mismo tiempo hiciéramos unas Papas con Chocos en la Olla Ferroviaria o Putxera "Asador Victoria", con la que quiso sorprender al grupo de peregrinos jacobeos mayoritariamente vascos, que estaban haciendo la etapa de la Vía Heracleia o Hercúlea, dentro del Camino de Santiago.
Foto La Guía Secreta del Camino de Santiago
El grupo partió desde la Iglesia de Santiago de Cádiz, cruzando la ciudad hacia La Isla de León, pasando por la Punta del Boquerón hasta llegar al poblado de Sancti Petri, antigua almadrabera, donde lo esperaban una embarcación para cruzarlos al castillo, ubicado en una isla en la desembocadura del Caño de Sancti-Petri, final de la etapa de ese día, después de 14 horas de peregrinaje.
Nos acompañaron los amigos Jesús Toledo y Eva Ríos, copropietarios de la Productora audiovisual, productora teatral, eventos,Workshops, talleres... PuPPets-Marionetas Company Limited.
Desde la Isla (y con unos buenos prismáticos) divisamos la llegada del grupo al final de la etapa, quedando inaugurada la nueva Vía Hercúlea.
Llegada de los peregrinos a la Isla de Sancti Petri.
Foto Diario de Cádiz
La leyenda dice que los restos de Hércules estaban enterrados en el castillo de Sancti Petri. Cuando Santiago llegó a la Península de peregrinación convirtió ese castillo en lo que hoy es Sancti Petri (San Pedro).
VÍA AUGUSTA
Se conoce con el nombre de Vía Augusta a la antigua calzada romana que unía Gades (Cádiz), Hispalis (Sevilla), Carthago Nova (Cartagena) y Tarraco (Tarragona) con el corazón del Imperio, Roma.
El primer tramo de la Vía Augusta original, entre Cádiz y Sevilla, parte de la iglesia de Santiago en Cádiz y se dirige, por San Fernando y Puerto Real, a El Puerto de Santa María y Jerez. Entra en la provincia de Sevilla por El Cuervo, Lebrija, Las Cabezas de San Juan y Utrera. Desde allí el peregrino puede dirigirse a Alcalá de Guadaira o a Dos Hermanas, por la llamada variante nazarena, para alcanzar finalmente la capital hispalense. Esta ruta fue recuperada y señalizada en 2006 por la Asociación Gaditana del Camino de Santiago en Cádiz y se encuentra perfectamente indicada con flechas amarillas.
El trabajo de esta asociación, es más que admirable, ya que a pesar de su lejanía con el Apóstol han sabido relanzar esta ruta histórica poniendo la ciudad en el mapa de los caminos de Santiago.
Según cuenta la historia, el actual Castillo de Sancti Petri, en el término municipal de San Fernando, está vinculado históricamente a uno de los templos más importantes y afamados de la Antigüedad: el Templo de Melqart-Hércules.
En este templo, el Heraklion, estaba enterrado Hércules, mítico fundador de Cádiz y según cuenta la leyenda se derrumbó gracias a las oraciones del Apóstol Santiago, que fue quien puso nombre a la isla donde se asentaba el templo. Así el Promontorium Heracleum; la roca del héroe de la mitología tomó el nombre de San Pedro. Es muy probable que las peregrinaciones a Sancti-Petri (Occidente), que habían existido durante siglos, no se detuviesen, ya que además del sentido religioso tenía el incentivo de alcanzar el extremo del mundo hasta sus confines, Finisterre.
Tras la conquista árabe de la Península Ibérica, la Vía Augusta se cerró terminando con la peregrinación a Sancti Petri por la ruta tradicional. Los cristianos resistentes al invasor musulmán encontraron en otras tierras de tradición hercúlea, Galicia, el epicentro político y religioso y, por tanto, de peregrinaciones piadosas.
Aunque aún son poco conocidos estos 175 kilómetros, muchos de ellos con raíces andaluzas, cada año son más los que se aventuran a explorarlo.
Fuente: La Guía Secreta del Camino de Santiago.
Olla Ferroviaria Esmaltada 24 Raciones (Medidas Ø 400 altura 560 mm.), La Casa de la Putxera. Asador Victoria (Galdakao- Vizcaya)
Fran Toledo, gerente del Castillo Sancti Petri e Isa encargada del bar con Tubalillo y su txapela.
Olla Ferroviaria EsmaltadaVerdejo ecológico Finca Las Caraballas, Medina del Campo (Valladolid)
Sal Marina Gruesa Natural y Ecológica de Ecosal San Vicente.
Juan Antonio Mena "Tubalillo" se encargó de preparar una buena olla de Papas con chocos, con 5 kilos de chocos y 7 kilos de papas, al carbón de encina.
Luís Rivero ayudando a Tubalillo a catar como iban esas papas con chocos, no se como podrá traducir e interpretar a Ken Follet estos sabores, pero lo que si se logró es un sabor tan grande y divino como una catedral, dicho queda...
Y llegó el momento de servir...
Acompañamos tan ricos condumios con un excelente verdejo ecológico Finca Las Caraballas.
Mientras dejamos reposar unos minutos el guiso, degustamos un surtido de chacinas y quesos de la provincia de Cádiz.
Al retirar el guiso de papas con chocos, colocamos la plancha de hierro fundido encima de la Putxera, donde se asaron unos gambones aderezados con Sal Marina Gruesa Natural y Ecológica de Ecosal San Vicente.
Jorge González Paredes, autor del libro “La Guía Secreta del Camino de Santiago“
Gonzalo Arroita, profesor de la Cátedra UNESCO, consultor de Naciones Unidas y experto en Patrimonio; Luis Rivero, traductor e interprete personal de Ken Follet o el escritor y periodista Antxon Urrosolo fueron algunos de los encargados de emprender esta aventura.
Finca Las CaraballasEuskadi Kalea, 1
48960 Galdakao, Bizkaia
Teléfono: 944 00 53 19
HISTORIA DE LA VÍA HERACLEIA O HERCÚLEA
"Polibio, el gran historiador griego del siglo II a.C., que contó la ascensión de Roma a gran potencia del Mediterráneo y que visitó la Península Ibérica con ocasión de la Guerra de Numancia asistiendo a la caída de la ciudad en el año 133 a.C., es el primer autor griego que menciona, en su Historia, la existencia de una calzada que bordeaba la costa peninsular desde los Pirineos hasta el Estrecho de Gibraltar:
«Desde los Pirineos hasta las Columnas de Hércules hay unos 8.000 estadios (unos 1536 km); desde las Columnas de Hércules a Cartagena se cuentan unos 3.000 (unos 576 km); desde esta ciudad al Ebro hay aproximadamente 2.600 estadios (unos 499 km); y desde este río a Ampurias hay 1.600 (unos 307 km). Los romanos han medido y señalado cuidadosamente estas distancias emplazando mojones cada ocho estadios».
Esta vía –ya citada en el siglo III a.C. por el autor siciliano Timeo– es la famosa Vía Heracleia o Hercúlea, que toma el nombre de la leyenda griega según la cual el héroe Heracles condujo por este camino los bueyes robados a Gerión en el sur de la Península Ibérica. Arrancaba de Cádiz, la importante ciudad fenicia, y recorría toda la costa mediterránea para terminar en Roma. Probablemente su trazado era anterior a la llegada de los romanos. Unía todas las colonias y factorías fenicias asentadas en la costa meridional y sudeste de España, para continuar a través de las colonias griegas de la costa levantina (Hemeroscopeion, Ampurias y Rosas). Hasta la llegada de los romanos no estaba empedrada, lo que hicieron éstos ya en el siglo II a.C.
Estrabón describe estupendamente el itinerario de la vía, que es en gran parte coincidente con el de la Vía Hercúlea descrita antes por Polibio, bifurcándose en dos desde la región sur levantina: un ramal seguía el antiguo trazado hasta Cádiz y otro se adentraba en el interior peninsular siguiendo el curso del Guadalquivir, pasando por los centros comerciales más importantes de la Bética, para concluir prácticamente junto al Estrecho de Gibraltar. Tales ciudades, importantes desde el punto de vista político y económico, fueron conectadas por Julio César. Hispalis (Sevilla), Astigi (Écija), Corduba (Córdoba), Castulo (Linares), Obulco (Porcuna), tenían así una doble alternativa para exportar sus productos a Italia: situar en el puerto de Cádiz la mercancías que eran llevadas a Ostia, el puerto de Roma, por vía marítima, o bien la opción de ascender por la vía terrestre descrita en el texto de Estrabón, es decir, Saitabi (Játiva), ya en la costa, Sagunto, Dertosa (Tortosa), Tarraco (Tarragona), y más al norte, en el llamado Campo Juncario o llano del Ampurdán catalán, cuyo topónimo latino pervive más al norte en el nombre del actual paso pirenaico de La Junquera.
Poco más adelante el geógrafo Estrabón menciona la calzada que desde Tarragona, capital primero de la Hispania Citerior y luego de la Hispania Tarraconense, conducía al Golfo de Vizcaya: «Dista Ilerda del Ebro, yendo hacia el oeste, 160 estadios, de Tarraco hacia el sur alrededor de460, y de Osca hacia el norte 540. A través de estas regiones pasa la calzada que va desde Tarraco hasta los últimos vascones de la orilla del Océano, los de la zona de Pompaelo y de la ciudad costera de Oyasun (Oiarzun), calzada de de 2.400 estadios, hasta los mismos confines de Aquitania con Iberia».
Esta vía comunicaba, pues, ciudades importantes en las luchas sertorianas como Ilerda (Lérida), Osca (Huesca) y Pompaelo (Pamplona), esta última fundada por Pompeyo, de ahí el nombre de la ciudad, tras establecer en ese lugar su campamento durante el invierno del 75-74 a.C. En el área situada al norte del Ebro han aparecido en esta vía, los miliarios más antiguos del Occidente, como el de M. Sergius, procónsul desconocido de la provincia Hispania Citerior, que debió gobernar antes del 120 a.C.; o un segundo miliario de Q. Fabio Labeo gobernador de la Citerior, que posiblemente ejerció el proconsulado entre los años 124 y 114 a.C. Ambos miliarios se han encontrado en Lérida y certifican la existencia de la vía a finales del siglo II a.C., si bien podía estar ya construida en gran parte en la primera mitad de ese siglo, coincidiendo con los asentamientos coloniales de Huesca y Lérida.
Estrabón menciona los caminos que comunicaban la meseta con los pueblos del norte, afirmando que eran largos y tortuosos. Las dificultades del viaje aumentaban por la rudeza y costumbres salvajes de los pueblos que habitaban cerca del trazado.
El naturalista y escritor latino Plinio, que fue procurador de la provincia Tarraconense en época de los emperadores Flavios, hacia el año 74 d.C., utilizó para la descripción de Hispania información de oriundos, además de las obras de Agripa, el cual, concluida la guerra cántabra, vino a Hispania a reorganizar administrativamente el territorio; proporciona noticias sobre la extensión de las provincias, ciudades, municipios, colonias, tribus, pero no ofrece datos sobre las calzadas. Tan sólo Plinio, en su Historia Natural, cita una vía que iba desde Galia al Océano y a la costa de Hispania, cuya longitud era 831.000 pasos (1.221 km) y por Cades (Cádiz), 7.500 pasos (11 km). Esta calzada estaba en funcionamiento a comienzos del siglo I a.C., pues la fuente de Plinio es Artemidoro de Mirleia."
© José María Blázquez Martínez
© De la versión digital, Gabinete de Antigüedades de la Real Academia de la Historia
1 comentario:
Fantástica la Olla ferroviaria , habíamos comido la tradicional pero está de Papas y Chocos estuvo excelente . El vino de categoría.
Muy buena jornada de confraternizacion de la que salimos encantados y fue un broche a la apertura de la Vía Hercúlea.
Gran jornada . Gracias por todo.
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