·"Una receta no tiene alma, es el cocinero quien debe darle alma a la receta".


9/06/2011

VOLAORES EN LA ATUNARA

Acompañados de nuestros expertos cicerones del Campo de Gibraltar, nos dirigimos al barrio de la Atunara, el más marinero de la Línea de la Concepción.
 Este típico barrio marinero linense, aún conserva su tradicional práctica artesanal, heredadas de padres a hijos, de orígen remoto, del que ni sus propios pobladores, recuerdan  el origen de la pesca y venta de los volaores.
Cada verano los habitantes del barrio de La Atunara, cuelgan de sus azoteas, calles, ventanas, y de todas las zonas imaginables, estos pescados que secan al sol y luego venden en puestecillos en sus calles y en las puertas de sus casas.

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Este singular pez tiene sus aletas más desarrolladas que otros de sus congéneres, lo que le sirve para pegar grandes saltos por encima del agua. Cuando llega la temporada estival y sobre todo en los días despejados de poniente, para los bañistas es fácil verlos desde la orilla.

El volaor empieza a asomar por el Estrecho de Gibraltar en julio y, si la temporada es buena, se queda por la zona hasta mitad de septiembre. Son los hombres de La Atunara los que salen a su encuentro en sus barcas para darles caza con sus artes de pesca y luego volver a tierra, que es donde empieza el proceso de salazón y secado. Una vez de regreso al puerto de La Atunara, los pescados se mantienen en sal entre ocho y diez horas, en las instalaciones habilitadas para tal fin.

Entonces el proceso pasa a ser responsabilidad de las mujeres del barrio. Ellas son las que, uno a uno, a pesar de que a veces las barcas vuelven con millares de peces, lavan y salan los volaores. Una vez que la mercancía ha pasado las horas mencionadas en sal, se lava cuidadosamente y los pescados pasan a secarse al sol protegidos con redes durante dos o tres días, en función de la dirección del viento, es decir, si sopla de poniente o de levante respectivamente. Y es que los linenses viven pendientes del viento, que sopla con mayor o menor fuerza, pero constante.

Una vez que los volaores están listos, solo queda ponerlos a la venta
Forma de prepararlo :
 Descabezar, desescamar y quitar las tripas al pescado.Enjuagarlo y rellenarlo de sal, dejando así hasta el día siguiente. Desalar el pescado con abundante agua fresca y dejarlos secar unos días colgados en cordeles. El  secado dependerá del viento de esos días. El viento de levante es el más optimo, pues hará que se sequen de dentro hacia afuera.
 Para comerlos, cortarlos con un cuchillo, quitarles la piel, e ir cogiendo trozos de carne con la mano.

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