El orígen de las torrijas se remonta a finales del siglo XV, cuando comenzó a elaborarse en los conventos de religiosas para aprovechar el pan sobrante, que se enriquecía con leche, azúcar y huevos. Posteriormente, este dulce se fue extendiendo entre la población hasta llegar a los palacios y finalmente se convirtió en un postre casero por excelencia propio de las conmemoraciones de Semana Santa.
Ingredientes:
1 pan especial para torrijas
3/4 l. de leche
1 rama de canela
3 chdas de azúcar
La piel de 1 limón
2 huevos
1 tarro de miel
1 vaso de Pedro Ximénez +1 copita
Aceite de oliva suave
1 tarro de miel
1 vaso de Pedro Ximénez +1 copita
Aceite de oliva suave
Elaboración:
Poner a calentar la leche con el azúcar, la piel del limón, la canela y una copita de PX, cuando comience a hervir, retirar del fuego y dejar infusionar un rato.
Sumergir las rebanadas de pan en la leche infusionada, empapar bien y rebozarlas por los huevos batidos.
Freírlas en abundante aceite de oliva caliente (180ºC) por ambos lados, hasta que queden doradas.
Sacar, escurrir y reservar.
En un cazo, clarificar la miel con PX, dejar templar un poco, pasar las torrijas por ambos lados y colocarlas en una bonita bandeja.
Regar sobre todas, la miel restante o irla agregando a medida que vayan necesitando.
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