Los arenques se limpiaban metiendolos entre papel de estraza y see colocaban entre el quicio de la puerta, cerrando la puerta, ejerciendo presión, con cuidado de no espachurrarlos, de esta manera se se podía despegar mejor la piel.
Se retiraba el papel de estraza y se limpiaban de escamas y espinas, con la ayuda de un cuchillo de cocina, se les cortaba la cabeza y un corte con un cuchillo en la barriga, retirando las visceras y espina central, dejando los lomos limpios que se colocaban en una fuente de cristal o barro y finalmente, se aderezaba con ajos y perejil picados y cubiertos de aceite de oliva virgen extra. Se dejaban marinar de un día para otro, y ya estaban listos para consumir.
Hoy en día, se forran con papel de cocina o parafinado y se golpean con golpes secos, con una maza. Se retira el papel y se procede a limpiar como anteriormente expuesto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario