El investigador gaditano Eugenio Belgrano, y presidente de la Asociación de Investigadores Gaditanos (A.I.GAD.), nos comentó sobre su interés desde muy pequeño sobre todo lo relacionado con los túneles, cuevas, aljibes, pasadizos , glacis y pozos subterráneos, cuando escuchaba a muchos mayores contar las leyendas de estos, sobre todo, las Cuevas de Maríamoco y las Cuevas del Pájaro Azul.
"Las leyendas populares hablan de historias de niños perdidos en esas cuevas, de moros que aún habitan bajo tierra, adueñados de unos pasadizos por los que se mueven libremente como si viviesen en un mundo paralelo al nuestro. Pero hay otras historias que narran proezas acaecidas durante pasados asedios militares a la ciudad o sobre oscuros prostíbulos a los que concurren enigmáticos personajes", relata en su apasionado trabajo.
Las Cuevas de Mariamoco, se construyeron en defensa (glacis) a los ataques y asaltos ingleses. Existen leyendas urbanas sobre Las Cuevas de Maríamoco. Una leyenda cuenta que en esas cuevas existía una hechicera que preparaba pócimas, ungüentos y sortilegios, para ganarse la vida. Se cree esta leyenda se empleaba para amedrentar a los niños, para que no se acercaran a ella, debido a la peligrosidad que conllevaba discurrir por ella.
Otra leyenda, cuenta que se oían las voces de niños perdidos. Entrando un día por la Catedral, unos niños bajaron a una cripta, encontrandose una cueva olvidada, y a doce moros jugando a las cartas, a la luz de un candil, y salieron pavorosamente asustados. Estos doce moros, resultaron ser figuras religiosas que fueron robadas por unos contrabandistas. Al llevar esa vestimenta, los niños los confundieron con moros con chilabas.
Otra leyenda, cuenta que se oían las voces de niños perdidos. Entrando un día por la Catedral, unos niños bajaron a una cripta, encontrandose una cueva olvidada, y a doce moros jugando a las cartas, a la luz de un candil, y salieron pavorosamente asustados. Estos doce moros, resultaron ser figuras religiosas que fueron robadas por unos contrabandistas. Al llevar esa vestimenta, los niños los confundieron con moros con chilabas.
La Cueva del Pájaro Azul, es una cueva desconocida, que se descubrió, cuando el bodeguero gaditano Manuel Fedriani, hacía obras frente a un local frente al suyo descubriendo un gran aljibe con techos altos y amplios, con un túnel que llegaba hasta la muralla del Campo del Sur.
Fedriani decidió transformar el aljibe en una peña flamenca y restaurante, que también solía utilizarse para el contrabando. Por ello, decidieron bautizarlo como La Cueva del Pájaro Azul, como el contrabandista llamado así.
Para saber más sobre La Cueva del Pájaro Azul, podéis visitar la web Come en Casa, de nuestra amiga Charo Barrios Fedriani, descendiente del bodeguero que la descubrió.
LA CUEVA DEL PÁJARO AZUL ARCHIVo
Eugenio Belgrano, cuenta ya con una intensa investigación sobre los pasadizos y túneles que recorren el subsuelo de Cádiz, que viene ofreciendo generosamente y de forma gratuita a todos los interesados en el tema, desde su página web: http://cuevasdemariamocos.jimdo.com, desde su grupo de facebook: Cuevas de Mariamoco y desde muchos videos subidos a internet (que podéis ver algunos al final de esto), de sus incursiones y bajadas al subsuelo gaditano, donde podemos verlo recorrer el gran laberinto de galerías y pasos subterráneos algunos de época romana, como las Cuevas de Hercules, los pasadizos entre edificios importantes en la época de los Balbos; o las cloacas del siglo I a.C.; y muchos otros defensivos, como los glacis, minas y contraminas, y otros de uso doméstico como los aljibes; o naturales, como el del arroyo El Salado.
En sus incursiones a los túneles, ha ido encontrando cosas interesantes como cruces templarias, símbolos de la Inquisición, graffitis, …y nuevos túneles que se van conectando como una red interminable por los subsuelos gaditanos.
El acceso a estos subterráneos, estan prohibidos por su peligrosidad y su acceso solo puede hacerse previo permiso de las autoridades y con los medios y equipo obligatorio de seguridad.
Actualmente los accesos a las cuevas se han ido tapando, por obras de garajes, alcantarillas, conducción del gas y edificios o por evitar peligros de asfixia , caídas y otros posibles accidentes.
Belgrano, siempre toma todas las medidas de seguridad necesarias, al adentrarse en las galerías subterráneas, con botellas de oxígeno, por la peligrosidad de los gases inflamables y nocivos, que suelen emanar de estos.
Café, leche, té, chocolate caliente, zumo a elegir (naranja, piña, melocotón); yogurt , ensalada de fruta de temporada, pan, tostada o bollería, mermeladas, mantequilla, AOVE, huevos a elegir (revueltos, fritos, estrellados, al espejo, benedictinos, pasados por agua), salmón, jamón york, bacon y salchichas.
Pan, picos, tostada y pastas de té
Ensalada de fruta de temporada, pan, tostada o bollería, mermeladas, mantequilla, AOVE.
Huevos a elegir: Huevo Benedict , salmón, jamón serrano, bacon y salchichas.
Huevo al espejo , salmón, jamón serrano, bacon y salchichas.
Al final, se dió paso a los ruegos y preguntas sobre este interesante e intrigante tema para los gaditanos.
Más en www.cuevasdemariamocos.es
Entrevista a Eugenio Belgrano en el programa el farol de Onda Cádiz Tv
Eugenio Belgrano en Canal Sur Noticias
Cuevas de Maria Moco , Eugenio Belgrano
LA ASOCIACION DE INVESTIGADORES E HISTORIADORES DEL SUBSUELO DE CADIZ APORTA EL DOCUMENTO MAS COMPLETO DE LOS PLANOS DE CONSTRUCCION DE LOS GLACIS Y PUERTA DE TIERRA DE CADIZ CAPITAL.
WWW.CUEVASDEMARIAMOCOS.JIMDO.COM EUGENIO BELGRANO INVESTIGADOR DEL SUBSUELO Y CUEVAS DE CADIZ.
En tecnología militar un glacis es una pendiente suave y despejada que precede al foso de una fortaleza, y que está dominada por los baluartes y otras fortificaciones, desde los que se puede hacer fuego sobre él.
El uso de estas estructuras se debe a la aparición de las armas de fuego, y su aparición, así como la de los revellines se sitúa a finales del siglo XV y comienzos del XVI. El glacis tiene un doble efecto beneficioso para los defensores: hace rebotar en él las balas de artillería que salen despedidas por encima de los muros de la fortificación sin dañarlos, y en segundo lugar constituye una amplia superficie despejada, batida por el fuego defensor, y en pendiente que las unidades de asalto del ejército atacante deben atravesar previamente a saltar al foso y atacar las murallas.
WWW.CUEVASDEMARIAMOCOS.JIMDO.COM EUGENIO BELGRANO INVESTIGADOR DEL SUBSUELO Y CUEVAS DE CADIZ.
En tecnología militar un glacis es una pendiente suave y despejada que precede al foso de una fortaleza, y que está dominada por los baluartes y otras fortificaciones, desde los que se puede hacer fuego sobre él.
El uso de estas estructuras se debe a la aparición de las armas de fuego, y su aparición, así como la de los revellines se sitúa a finales del siglo XV y comienzos del XVI. El glacis tiene un doble efecto beneficioso para los defensores: hace rebotar en él las balas de artillería que salen despedidas por encima de los muros de la fortificación sin dañarlos, y en segundo lugar constituye una amplia superficie despejada, batida por el fuego defensor, y en pendiente que las unidades de asalto del ejército atacante deben atravesar previamente a saltar al foso y atacar las murallas.
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