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VISITA A LA BODEGA, EMBOTELLADO DE TUS VINOS, DEGUSTACIÓN DE VINOS, COMIDA, 2 CAJAS DE VINO DE CRIANZA
Si eres de los que gustan del buen vino y de los buenos momentos, te proponemos un plan para disfrutar de un maravilloso día de bodega entre amigos o familiares y con experiencias inolvidades.
A las 10 de la mañana quedamos en la bodega más antiguas de la Sierra de Cádiz, situada en Prado del Rey. Esta bodega elabora vinos tintos, blancos y dulces de los pagos de pajarete situados entre Prado del Rey y Villamartín, en la Sierra de Cádiz. Los vinos denominados pajarete fueron muy afamados internacionalmente desde el S.XVI hasta que la filoxera limitara su producción y expansión a un consumo local. A lo largo de estos años el reconocimiento de estos vinos fue manifiesto dando buena cuenta de ellos hasta la literatura de la época (s.XVII al XIX). El siglo XX no fue buen compañero y los mantuvo silenciados, hasta no hace mucho, que el esfuerzo de viticultores y bodegueros vuelve a poner en buena consideración y aprecio el valor de los vinos de pajarete.
Pues allí, en el la bodega, conoceremos esta historia de viñas, bodegas y vinos, de la mano de Salvador Rivero, propietario y conocedor cuidadoso de los detalles que han marcado la historia de la zona y de los vinos de pajarete. Él, nos guiará por la Bodega Rivero y nos adentrará también en la tarea que nos ocupará gran parte de la mañana, la de embotellarnos una barrica de vinos de tres años de crianza y un año de madera.
Para esta propuesta que hacemos es conveniente que el grupo no sea superior a 12 personas. Es muy recomendable para grupos de amigos o familiares y ocasiones especiales.
El grupo tendrá que sacar el vino de las barricas y prepararlo para la tarea posterior de pasarlo a las botellas y capsularlos. Cada persona podrá disponer después de 2 cajas de vino (18 litros) sacados de las barricas y que están incluidos en el precio de la experiencia. Aquellas personas o grupos que quieran aprovechar esta ocasión para personalizar el etiquetado de sus vino, nos lo tendrán que comunicar con antelación.
En este ambiente familiar y acogedor no faltarán la conversación y el vino. Al llegar al medio día, tomaremos posiciones en uno de los rincones con más encanto de la bodega, para seguir la conversación acompañada de la buena mesa y de los productos y chacinas serranas a los que se sumarán platos típicos de la zona (potaje, sopa de espárrago…) y los postres de dulces de la bodega.
La comida y la buena compañía se podrá alargar hasta las 17h. Para aquellos que después de esta distendida experiencia deseen alojarse por las inmediaciones, desde Compuertas os podremos ofrecer otras opciones de alojamiento o de actividades por la zona.
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