Es un hongo oscuro, casi negro. Su seta no resulta atractiva, pero tiene un sabor muy bueno. Es difícil de encontrar debido a su pequeño tamaño y a su color oscuro, que fácilmente se confunde con la hojarasca en el suelo del bosque.
El cuerpo fructífero tiene forma de embudo y mide hasta 3 centímetros de ancho por 4 centímetros de alto, su color es negruzco cuando esta húmedo, es más claro casi gris cuando esta seco.
Crece en las zonas húmedas de los bosques de coníferas en la mitad del invierno y comienzo de la primavera.
Craterellus cornucopioides es una seta comestible, muy sabroso, estando fresco o seco.
100 g de setas trompetas de la muerte
2 vasos de arroz redondo :carnaroli, arborio, bomba (en esta ocasión utilicé arroz Sabroz)
1/4 cebolla
1 puerro
1 ajo
AOVE
1 cucharadita de mantequilla
1 litro de caldo de verduras o agua
60 g de queso parmesano rallado
1/2 vaso de vino blanco seco
1 manojito de Perejil
Sal
Pimienta
En sartén calentar y derretir el aceite y la mantequilla y pochar la cebolla y el ajo picados.
Añadir las setas y saltear unos 5 minutos.
Agregar el arroz y el vino blanco, remover e incorporar poco a poco, el caldo o agua caliente. Salpimentar y dejar cocinar hasta que quede cremoso y en su punto.
Espolvorear con perejil picado y queso parmesano rallado y mezclar todo en seguida, para que se funda en conjunto.
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