El potaje de vigilia es un potaje que tradicionalmente se ha servido los viernes de cuaresma en España, debido a la prohibición católica de comer carne durante este período. Está considerado uno de los platos más consumidos durante Semana Santa.
Tanto por llevar bacalao en salazón como garbanzos, ambos se tienen que poner en remojo con agua fría, la víspera antes de cocinarlo.
Ingredientes:
½ Kg. de garbanzos
1 pastilla de caldo concentrado de pescado
agua
Tiras de bacalao seco
150 g. de espinacas
2 ajos
1 pimiento choricero (ñora)
2 cebollas
½ cucharadita de cominos
1 huevo duro
1 rama de perejil
1 hoja de laurel
2-4 rebanadas de pan frito
aceite
sal
pimienta
Preparación:
Poner en remojo las tiras de bacalao la noche anterior.
Cocer los garbanzos con agua, 1 hoja de laurel y el avecrem. Una vez tiernos, escurrir y reservar el caldo. Reservar por separado.
Cocer un huevo.
Cocer las espinacas, escurrir, picar y reservar.
En sartén con aceite, freír las rebanadas pan, sacar y reservar.
En ese mismo aceite rehogar, cebollas picaditas, ajos, perejil, la carne de ñora y los cominos. Sacar, escurrir.
Colocar todo el sofrito en mortero junto con las rebanadas fritas y el huevo duro. Majar hasta que quede como una pasta suave.
Colocar todo en cazuela de barro preferiblemente, los garbanzos, las espinacas y el majado. Añadir las tiras de bacalao desalado.
Agregar un poco del caldo de cocer los garbanzos. Salpimentar con discreción, pues el bacalao suelta a veces más sal.
Dejar cocer todo junto unos minutos.
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