En junio de 1800, el ejército de Napoleón estaba frente a las tropas austriacas cerca de la localidad italiana de Marengo y una desafortunada decisión táctica del corso permitió al enemigo romper sus líneas y colocarle en una situación angustiosa. La batalla parecía perdida cuando apareció el general Desaix, convirtiendo la casi segura derrota en una impresionante victoria. Llegada la noche de aquel 14 de junio y en el punto de disponerse a celebrar la victoria, la intendencia se dio cuenta de que no había con qué preparar la cena. El cocinero de Napoleón, el suizo Dunant, envió a sus ayudantes a la casi destruida aldea y con lo poco que consiguieron elaboró este plato que pasaría a convertirse en un icono de buena suerte para Napoleón y en yantar obligado antes de la batalla.
Ingredientes:
1 pollo grande
1/2 k de champiñones enteros
1/2 k de champiñones enteros
4 tomates
1 vaso de vino blanco
4 dientes de ajo
Pimienta
Sal
Aceite
Preparación:
Cortar el pollo en trozos grandes, salpimentar.
En cazuela, dorar los trozos de pollo, sacar y reservar.
En cazuela, dorar los trozos de pollo, sacar y reservar.
En ese mismo aceite dorar los dientes de ajo troceados y los champiñones y reincorporar el pollo y marearlo con el vino y cocer durante unos 15 minutos.
Por otro lado, poner un poco de aceite en una sartén, sofreír los tomates rallados, añadir a la cazuela con el pollo, salpimentar y dejar cocer 10 minutos más.
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